El oro es la clave (arbitrariedad y conciencia)/Gold is the key (arbitrariness and conscience)

 

Me gusta pensar que uno de los niños dorados del colectivo ruso AES+F es el futuro hombre maduro Jan Fabre que se autorretrata con los bustos. Al igual que el niño dorado Sidharta o el joven rey Genji, una adolescencia destensada es frontera con una madurez con contradicciones. Ha pasado en el arte contemporáneo (las vanguardias serían la primera niñez, los 16 en los 80) y también en la economía. La paradoja es que ahora no está el ánimo para bañar ancianos en oro, así que este personaje está en busca de otra encarnación. Creo que Charly García es un candidato perfecto.

I enjoy the thought of that one of the golden boys of Russian collective AES+F is the future mature-man Jan Fabre that portraits himself in busts. The same to what happened to golden boy Sidharta or Genji-the-young-king. A slack in the adolescence borders with a contradictory maturity. The same is taking place in contemporary art (avant-gardes as the early childhood and 16 years-old in the 80´s), and also in economy. The mind is not now for making gold plated seniors, so that character is looking for a new incarnation. I believe in Charly García as the perfect candidate.  

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Falsedades, contradicciones y remedios/ falsehoods, contradictions and remedies

En cualquier artefacto artístico se deberían poder adivinar las leyes internas según las cuales ha sido construido. No hablo de leyes universales ni de aplicación general, sino de unas pocas reglas propias que rijan el marco donde se sitúa la obra y la haga creíble. En estas reglas se permiten las falsedades, son un pecado menor, pero de ningún modo las contradicciones. Una contradicción entre dos enunciados impide la coexistencia de ambos anulándose el uno al otro y haciendo imposible creer en el sistema que marcan, mientras que una falsedad sólo recae sobre sí misma y puede incluso aumentar el valor de otro enunciado por contraste. La falsedad es un instrumento mientras que la contradicción es una negligencia, y el camino más seguro para generar contradicciones es, sin duda, actuar arbitrariamente y guiado únicamente por los impulsos de un espíritu ligero. Nada hay más voluble y cambiante que el ánimo; lo que un día puede parecer imperdonable, al día siguiente se olvida y se perdona, hasta los actos más terribles se disuelven en el tiempo y para todos ellos se acaba encontrando justificación. También los actos de generosidad que un día se hicieron con gusto pueden parecer al día siguiente un despilfarro aberrante. Se necesita pues, o un ánimo sólido y con creencias y certezas tan profundas que resulten inamovibles, de modo que las leyes internas de la obra recaigan sobre esas certezas (o dudas, igualmente inamovibles por irresolubles) o un esfuerzo de realizar la obra paralelamente en múltiples niveles, prácticos y teóricos, de manera que la imagen de uno se refleje en los otros para comprobar así su equivalencia y estar seguro de que no hay error posible. Sobre el primer caso, artistas que trabajan con la obsesión, nunca fallan.  

picasso-tauromaquia_myth_eros.

 

We should be able to understand the internal laws that govern any artistic artifact, according to which it has been built. I´m not talking about universal laws that could be applied anywhere, but some valid rules for the environment of the work that make it believable. In these rules, falsehoods are allowed, but never contradictions. One contradiction between two statements prohibits their coexistence by voiding one to another. So we cannot believe anymore their story. A falsehood, by contrast, only entails a fault for itself, and it could eventually increase the value of the other one by contrast. The falsehood is a tool while contradiction is a laxity, and the shorter way to reach a contradiction is let yourself be guided by arbitrariness and a careless spirit. Nothing is more changeable than soul. The worst thing you do today becomes forgivable tomorrow, even the worst crimes fade away in time and at last, some reasons are found to justify them. Also the acts of generosity could appears on the next day as an absurd waste. To be fair it´s required or solid and immovable certainties to support the weight of the laws governing the work or equivalent irresolvable doubts. Working in parallel with different mediums can be a good idea as well, so that one of them reaffirms on the other.
About the first case, the unmerciful certainty, artists working about their obsessions never fail. 

Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion circa 1944 by Francis Bacon 1909-1992Edvard Munch-workers-on-their-way-home-1915

 

 

Acero bueno / good steel.

Para hablar de la presión del mercado, del amor por las nuevas tecnologías y de sistemas de generación de formas heredados de la naturaleza, no hace falta divagar ni, desde luego, abandonarse a la arbitrariedad (no confundir con aleatoriedad).
Un buen ejemplo de esto es el Renault Distribution Centre, Swindon, UK (1980-1982) una de  las obras high tech de Norman Foster más sencillas, efectivas y atractivas.

To speak about the market pressure and falling in love with new technologies at the same time that you´re working with inherited-from-nature forms generation systems, digressing is not necessary. Nor is surrendering to arbitrariness (do not mistake with randomness, which we will discuss soon). Renault Distribution Centre, Swindon, UK (1980-1982) is one of  the most easy, effective and appealing high-tech projects of Sir Norman Foster.

Renault distribution centre. from www.fosterandpartners.com

Renault distribution centre. from http://www.fosterandpartners.com

Renault distribution centre. from www.fosterandpartners.com

Renault distribution centre. from http://www.fosterandpartners.com

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Renault distribution centre. from http://www.fosterandpartners.com

Renault distribution centre. from www.fosterandpartners.com

Renault distribution centre. from http://www.fosterandpartners.com

Simulaciones y perversiones / simulation and perversions

Reconozco cierta precipitación y prejuicios en mi crítica anterior a la obra de Roxy Paine. Una mirada más atenta y algunas lecturas al respecto me han hecho revisar mis argumentos. Por poner un ejemplo, las pinceladas de la serie Blob Case, no son colecciones de pinceladas reales, sino que están fabricadas con sculpey, una masilla sintética para modelado, (aunque en la descripción de la obra de su página web se especifique que es pintura acrílica, en una entrevista el artista reconoce que estas “pinceladas” fueron modeladas con este material”). Así pues, lo que entendí como una voluntad de clasificar y por tanto poner cierto orden a la arbitrariedad, es de hecho una simulación de ésta y su posterior exhibición. Bajo este enfoque, el resto de la obra de Paine se vuelve clara y comprensible. Se tratan siempre de simulaciones, de aceptar la arbitrariedad no como una contingencia ineludible contra la cual hay que vérselas mediante estrategias del pensamiento para ponerlas incluso a tu favor, sino como un terreno ya domesticado que no impone dificultades ni despierta angustia. Eso me parece demasiado suponer. Hay algo perverso en esta actitud; un desprecio hacia lo inexplicable de propia naturaleza sobre la cual dice reflexionar. No soy ajeno a la naturaleza sometida a la tecnología y a las fuerzas del mercado del hombre contemporáneo, teorizados con minuciosidad, ni de los sucesivos estadios de desartización (en palabras de T.W. Adorno) que sufrió el arte en el siglo pasado, radicalizados y concluidos a partir de la segunda mitad de siglo principalmente y de manera más dura en EEUU. Es en este marco donde se desarrolla la obra de Paine. Correctas y cada vez más espectaculares simulaciones.

 Roxy Paine's Neuron installed at the 17th Biennale of Sydney: Photo by Bill Hatcher

Roxy Paine’s Neuron installed at the 17th Biennale of Sydney: Photo by Bill Hatcher

El problema, lo que molesta un poco, es que no haya signos de crítica a esta manera indirecta y poco sensible de relacionarse con la naturaleza, sino más bien una celebración de ese contexto industrial y tecnológico que lo provoca. La obra explora, por tanto, un terreno acotado y muy parcial, asimismo dolido de prejuicios y falta de perspectiva. Apostaría a que no va a aguantar muy bien el paso del tiempo, y él y su equipo lo deben sospechar también, de ahí que se esfuercen en conseguir una durabilidad extrema en sus artefactos. La construcción arrogante de una apariencia de estabilidad y fuerza de una sociedad y un país que pierde su hegemonía. Hace falta creer en lo que creímos ser, dicen  sus dendroids de acero inoxidable, pues somos incapaces de adelantarnos a lo que viene.

Más aquí,en breves dosis, a lo largo de la semana.

Dendroid en National gallery of Canada.

Dendroid en National gallery of Canada.

I recognize myself to have done the last critic about Paine´s work with a little of haste and some prejudices, that´s my fault! A closer look and some readings about has made me revise my arguments. 

For instance, in Blob Case series, what I thought to be real brushstrokes were not, by contrast they were made with Sculpey, a modeling synthetic mastic (although in his web site  appears to be done with acrylic paint, in an interview for Bomb Magazine, he recognize these brushstrokes were indeed modeled). So what I understood to be a willingness to classify and thereby a way to impose a kind of order into the arbitrariness, were, actually, a simulation. 

Under this approach, the complete work of Roxy Paine becomes readily comprehensible. His works are always artifacts for simulating to accept the arbitrariness as a tame field, which does not impose difficulties or distress anymore. This seems to me too much to suppose. There is something perverted in that attitude and also a contempt for the same inexplicable nature he does say to think over. I´m not stranger neither to the contemporary human nature, subjected by technology and the market pressure, to which lots of pages have been written about to theorize, nor to the successive processes of “entkunstug” (Entkunstung is a term coined by philosopher Theodor W. Adorno to describe the disintegrating influences of mass culture on the production and reception of modern art) that art suffered specially in USA during the second half of the last century. This is the context in which Paine´s work is installed with corrects and increasingly spectacular simulations. But what causes to me some annoyance is the lack of criticism about that indirect and insensitive approach to the nature and to the way it works. He seems, indeed, to celebrate that industrial and technologic context using natural shapes as an alibi. His work explores a limited and very partial field of human knowledge, haughty and also full of prejudices and lack of perspective, especially in his most recent work. The stainless steel Dendroids, for example, are designed to be an everlasting simulation and they seem to say with their pretense to the north Americans onlookers: It´s needed to believe in what we believed to be. However, they are are going to be super to be in a garden while we are waiting for the disaster drinking a gintonic.

More here, in little capsules, along the week. 

Roxy Paine y su breve lucha contra la arbitrariedad / Roxy Paine and his short fight against arbitrariness

A propósito de la arbitrariedad y de la aceptación de su abrazo, o de su soplo, como creo haberme referido ayer (como si la actividad artística fuese un barco a merced del viento, no está mal del todo, pero se exige destino y rumbo), está la obra de Roxy Paine. Es bastante nuevo para mí, y de su obra he de reconocer que sólo me interesa una parte muy pequeña y probablemente no sea su obra más conocida. El resto, los árboles metálicos por los que es más conocido, o las instalaciones vegetales me resultan elegantes pero sobrediseñadas (de hecho pensé siempre que era una mujer, con ese nombre y esas obras tan sensibles…)
Lo que me interesa de su obra es la serie de colecciones de trazos de pintura. Sobre un cristal enmarcado se ordenan pinceladas sueltas de pintura, matéricas y potentes pero de un color pálido, algunos pajizos otros más rosados: sólo forma, cantidad de materia, dirección y fuerza; todos ellos numerados y catalogados como si se tratase de una colección de mariposas.

La serie es del 97 y el 98, justo con la resaca del postmodern cuando la gente se volvía a preguntar qué estaban haciendo y volvía el análisis crítico de la actividad como forma de acercamiento al proceso creativo. A algunos, claro, y a éste le duró poco el arrebato analítico. La otra parte de su trabajo que me interesa y que, lo emparenta con el postminimal de Barry le Va o de Eva Hesse, son unos lienzos con cuidadísimas capas de pintura que cuelgan formando estalactitas, donde el proceso (ayudado de una tecnología digital) se convierte en el cuerpo estético y en el discurso teórico.

 About the arbitrariness and the acceptance of its cold hug or its blow, as i believe to have referred to it before (artistic activity as if it were a boat in the wind, not bad at all, but destiny and direction required) is Roxy Paine´s work about. 
I´ve just taken the first contact with his work, but I must admite that I´m only interested in a few pieces of him. The main part of the body of his work and also the one he´s recognised by, metal trees or the plants/mushrooms installations are ellegant but overdesigned and repetitives (quiete boring indeed)
What insterests me about his work is the collection of paint strokes serie, on a framed glass are arranged many brushstrokes. In a pale colour, some of them are straw-colored, others of a pale pink: Just shape, quantity, direction and strength. They are numbered and catalogued as if they were a butterflyes collection. 

 

That serie es from 1997 and 1998, just in the middle of the postmodern hangover, when people asked themselves again: «What am i doing in here?» And the critical analysis came wondering one more time about the creative process. That mate kept wondering himself methodically for very short, but with a few good constructions. 

I like, also, another part of his work that relates him with some postminimal postures, as the ones of Barry le Va or Eva Hesse´s, in which the process becames in the aesthetic body and the theoretical discourse. Digitally produced in Paine´s work, by the way, we were reaching 2000!

teoría, práctica y arbitrariedad/theory, praxis and arbitrariness

Parece sensato afirmar que no todo en el arte puede ser medido -incluso en el arte más contemporáneo y recién salido- a pesar de la influencia y el peso de la teoría no todo es comprobable ni todo puede ser argumentado, y por tanto, hay que aceptar cierto grado de incertidumbre.
Esto provoca miedo en el que aspira a ejercerlo con seriedad, lo que a su vez provoca un recelo grande contra la arbitrariedad (esta se vuelve el enemigo).
La reflexión continua sobre el proceso, por su parte, paraliza y encorseta, y a final parece que una postura lógica consiste en confiar en que lo que uno sabe, aunque no se encarne mediante palabras inamovibles en el cerebro a cada momento, le evitará a uno caer en errores graves de falta de seriedad. Atreverse a profundizar en la arbitrariedad, o quizás aceptar su soplo con la serenidad de que esa arbitrariedad es tuya, es esa y no otra. Por algo será así.

Construcción 27. Obra propia, todos los derechos reservados.

Construcción 27. Obra propia, todos los derechos reservados.

It seems to be sensible asserting that not  everything in art can be measured -even in the freshest one- despite the influence and pressure of the theory on it. Not everything may be accountable and we must accept some degree of uncertainty en in the praxis. This uncertainty causes fear of those who aspire to exercise art seriously, which in turn causes a suspicioin by  arbitrariness. (it turns into the enemy)
A continuous consideration about the process paralyzes who suffers it, so it seem to be desirable to trust what you already know. Even if it´s not permanently being written in your brain at every single moment, that forgotten knowledge avoids you falling into big mistakes. 
Dare to deepen into the arbitrary, with the serenity thar it´s yours. You own a single arbitrariness and not another one. Release tension of that rope, mate!

Prólogo de la vuelta/recuerdos vivos.

No es extraño que al principio de abandonar uno, aunque sea temporalmente y por motivos alegres, su lugar de nacimiento o donde pasó su infancia y donde aún conserva amigos y familia, el pensamiento vuelva involuntariamente a deambular transitoriamente por los lugares que se acaban de dejar atrás, mirándolos con los ojos benévolos del que sabe su presente, es decir, su estancia física, a salvo de lo que pueda estar ocurriendo en ese instante en esas mismas calles que el recuerdo trae complaciente.

Además, son días de vendimia, con una cosecha muy buena este año, tanto en cantidad como en calidad, y ayer mismo uno de mis amigos más apreciados terminó por fin su encarnado proyecto final de carrera. Pero Ronda es imprevisible. Hay que ser muy fino para no subrayar en exceso sus virtudes aún en la lejanía.

En la lectura del segundo tomo de Tu Rostro Mañana, de Javier Marías, obra por lo demás inteligente y extremadamente generosa, se relata uno de los actos más desgarradores y salvajes que haya leído nunca, (o visto en el cine; ni Tarantino en sus neones ni los coreanos con sus anzuelos y sus lagos ni Lars von Trier con sus muertos) y como no podía ser de otra manera, la historia transcurre en Ronda y su brutalidad se superpone a mis visitas con la memoria y a las buenas noticias que hoy mismo me han llegado y al anhelo por los míos. Una acumulación de estratos reales, imaginados, soñados y temidos con verdadero espanto que serán ya para siempre juntos parte unos de otros.

La historia es la de una lidia completa a un prisionero, Emilio Marés, que se negó a cavar su propia tumba antes de ser fusilado en Septiembre del 36, poco después de caer ronda para siempre del bando nacional: pica, banderillas y estoque realizados por una cuadrilla improvisada de fascistas enfervorecidos y descerebrados, mitad de ellos rondeños y la otra mitad llevados hasta allí por los movimientos involuntarios que traen consigo una guerra.  En un trozo de tierra donde quién sabe si no se estarán recogiendo uvas estos días para elaborar el vino con el que festejaremos el año que viene murió lidiado un hombre. Me alegraría tener la certeza de que el tiempo cambia los lugares, pero me espanta intuir que es el  sitio el que, en efecto, se impone bruscamente sobre el tiempo. Especialmente Ronda, impuesta liviana sobre una acumulación de estratos que se nos muestran generosos, como el libro de J. Marías, para que podamos reflexionar sobre cosas serias y profundas o festivas y altaneras.Ronda-6

Desconozco si el hecho en cuestión es real o ficticio y no está en mi ánimo indagar más sobre él ni sobre cualquier otra barbaridad que pudiera ocurrir en aquellos primeros años de guerra o cualquier otra que esté pasando ahora o incluso que pueda sobrevenir mañana. Sé que Ronda está ahí, con eso basta por hoy.

PD. A partir de ahora vuelvo de nuevo a llevar el blog con continuidad, para hablar de arte con cuidado. Además también en inglés! esto sólo ha sido un arranque de nostalgia, o un despido parcial, cómo saberlo.

Saludos.